Creo que todos hemos experimentado ya el paso de la “Era de la comunicación” a la “Era del conocimiento”, una nueva forma de interaccionar y comunicarnos en la que la inteligencia colectiva, los knowledge workers y el crowdsourcing tienen mucho que decir todavía y juegan un papel esencial a la hora de relacionarnos o emprender estrategias de comunicación. Cierto es que en el mundo del Marketing como en el de la Publicidad, el contenido siempre ha sido el Rey indiscutible: un contenido bien planeado, organizado y estratégicamente llevado a cabo resultaba siempre una ventaja competitiva que muchos querían tener, pero pocos podían pagar: la imaginación y la originalidad son dones que cada día ganan más adeptos y que nos diferencian de los demás… Ahí es donde encontramos el deseado “contenido de valor”, un elemento indispensable en un mundo más comunicado que nunca en el que todos aportan contenidos y es cada vez más complejo sobresalir y diferenciarse.
- El primero sin duda es conocer bien nuestro nicho de mercado: conocer el producto, la estrategia y branding, cómo se mueve el mercado, qué tendencias existen, qué hace la competencia, quiénes son los evangelistas e influenciadores…
- Otro factor fundamental es la audiencia: realizar un buen estudio de nuestra audiencia es una obligación para todo negocio que busque posicionarse en los Medios Sociales: la audiencia manda, peinsa, evoluciona, gestiona, comenta, participa, interacciona, genera contenido por sí misma… Si lo la conocemos bien, ¿cómo podremos aportarles contenido de valor?
- Un factor decisivo: la personalidad y capacidad comunicadora de la persona que gestiona los contenidos: no debemos buscar a un comercial, un comercial es un vendedor nato con unas excelentes cualidades para convencer al cliente y conseguir ventas. En los Medios y Redes Sociales, el contenido debe estar pensado para facilitar, orientar, atraer, informar, ayudar, etc, no para vender. El consumidor ahora prosumidor, es lo suficientemente inteligente para saber cuándo queremos “venderle la moto”, y si no le damos algo que le interese, simplemente se irá a otro lugar donde su tiempo sea más valorado y se le aporte un contenido inteligente y útil.
- Los contenidos forman parte de la “historia” de la marca, del “storytelling”, y siempre son coherentes, organizados y se desarrollan dentro de una estrategia que debemos cuidar
- inteligencia emocional, inteligencia colectiva y pragmatismo son tres valores que debemos cuidar y tener muy en cuenta en cada interacción: un tweet puede ser decisivo para crear una crisis de reputación, algo tan aparentemente insignificante como 140 caracteres puede echar por tierra el trabajo de meses y años.
Calidad, no cantidad
Por todo ello, no debemos centrarnos tanto en el número de tweets o posts, sino en su calidad. Todos sabéis que tweeteo bastante a menudo, me encanta Twitter, no tengo excusa, pero siempre trato de hacer que los contenidos sean interesantes para quienes me siguen: es una tarea de Content Curator que me parece interesante y posiblemente destacaré más en otro artículo, junto al Content Manager.
La realidad es que si nos centramos en la cantidad de posts en las diferentes Redes Sociales, ya sea Facebook, Blog, Twitter, Google+, Flickr, Youtube, etc, sin prestar la atención debida a la calidad de las aportaciones que estamos compratiendo, lo que en realidad estamos haciendo no es otra cosa que spam, y nuestra audiencia dejará de seguirnos tarde o temprano. Lo que distingue a un bloguero de otro no es sino su personalidad para «escribir, describir y comunicar» de una forma original y única que su audiencia valora principalmente por el aporte que suponen sus artículos.
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Con bastantes menos anglicismos el artículo habría tenido mucho mas "valor".
Estoy totalmente de acuerdo… La costumbre es mal hábito y compañera, siempre acabamos con un extraño Spanglish… La globalización multicultural llega a las lenguas también, y no sólo a filtraciones del inglés, viceversa también es muy habitual.
Saludos
Dolores Vela
Interesante el artículo. Yo me centro especialmente en los blogs y se nota cuando haces algo propio, original y con fuentes interesantes.