Permitidme hoy que no hable de marketing, aunque sí de personas y de lo humano… Hoy es uno de esos días que se quedan en nuestra memoria para siempre, porque hoy, y mañana, y siempre, sentimos que somos uno, que estamos más cerca, frente a la barbarie sin sentido.
Recuerdo los atentados de Madrid, el 11M, yo vivía entonces en Oregón, USA. Puedo volver a sentir toda la impotencia, estremecimiento, asombro y dolor, desde la distancia, por todos los que en la enorme distancia que entonces sentía, eran víctimas inocentes de algo que nadie puede justificar.
Recuerdo mi angustia por saber más, por estar tan lejos de mi país, la necesidad de coger el primer avión y volar a Madrid simplemente porque era lo que me pedía en ese momento mi corazón, estar aquí, con mi gente.
Y recuerdo, entrar en mi clase en la universidad, que no pude cancelar, y ver uno a uno, a todos mis alumnos en pie al entrar en el aula, con improvisadas banderas españolas, y pensar, «estoy con mi gente, somos UNO».
No puedo expresar la emoción que sentí, por todo el cariño y la protección que sentí de todas las personas que me rodeaban.
Eso es lo que hoy, todos, hacemos con Francia, con París, con ese lugar maravilloso que muchos identificamos con paseos por el Sena, con un otoño de lluvias cálidas que hay que dejar que te moje, con Le Corbusier, con el arte, con la belleza.
Cuando miro hoy las redes sociales, sólo veo mensajes de solidaridad, de amor, de cariño. Veo TTs que hablan de cómo un país, un continente, un pueblo, un mundo, se organiza en torno a un único sentimiento de empatía, de ayuda, de apoyo, de congoja y tristeza, y de impotencia ante la barbarie.
Hoy no me importan los datos de tendencias, no me importan los que aprovechan para hacer comentarios fuera de lugar. Hoy me importa ponerme en pie, improvisar una bandera francesa, y decir SOMOS UNO.
Estamos aquí y somos muchos más que los que no quieren que estemos, no quieren que seamos quienes somos, ni que seamos libres. Y aquí seguimos, más unidos que nunca. Encontraremos una forma de luchar contra los prejuicios, contra la incultura, contra la ignorancia, contra la barbarie, contra el miedo y la violencia. Encontraremos una forma de buscar soluciones y no venganza, de buscar apoyos y no odio.
Hoy os pido que me permitáis que mi espacio aquí, en este mundo digital y virtual, sea un poco más mío, un poco más nuestro, un poco más de todos los que hoy, recordamos, sentimos y compartimos un único sentimiento, sea cual sea nuestra bandera, nuestra opinión, nuestra afiliación, nuestro origen, nuestro color de piel, y nuestro credo.
París, el mundo hoy se pone en pie para ti. Somos UNO.
Estoy en un todo de acuerdo con lo que comentas, pero deberíamos acongojarnos de igual modo por los inocentes muertos en Siria, Irán y en cualquier otro país, también por culpa de la misma barbarie, o de cualquier otra guerra. Temo que ya nos hayamos acostumbrado a ver esas muertes como algo cotidiano, y que nos acongojemos sólo por lo inusual (en otras palabras, cuando nos toca de cerca). Un saludo!
Totalmente de acuerdo, Andrea, una vida es una vida, sea cual sea su origen ;o)
Un saludo