Hace ya años que vengo comentando esto y siempre he tenido ganas de escribirlo, pero por falta de tiempo, se ha ido quedando atrás. Algunos de vosotros ya sabréis de qué os estoy hablando porque lo he comentado en charlas y en cursos, y sí, esto va de Reputación Online.
La teoría del nota, como me gusta llamarla, consiste en que ya seas grande o pequeño, un influenciador con cientos de miles de fans y followers, o un usuario al que pocos siguen, una pequeña tienda o una gran empresa, si alguna vez publicas algo controvertido, polémico, de un humor que fácilmente ofendería a alguien, con lenguaje soez, políticamente incorrecto, o «demasiado sincero» para este mundo de redes, siempre, insisto siempre, hay un «nota» o una «nota» que hace una captura de pantalla y se lo guarda. Y pasará tiempo, y en algún momento en que para ti sea fundamental que aquello quedase enterrado, el nota o la nota lo sacará de su baúl y lo publicará para que sea de público conocimiento, sean cuales sean las consecuencias para ti, ya sea como marca personal o como empresa.
¿Os ha pasado? Seguro que si no os ha pasado, lo habéis observado en muchos ejemplos que hemos vivido de «crisis de reputación» de famosos, en meteduras de pata de community managers, en problemas para contratar a alguien por esa misma publicación, etc.
Al fin y al cabo, no es más que una digitalización del conocido refrán «Por la boca muere el pez».
Y a todos esto, ¿qué podemos hacer? Yo siempre pienso que menos mal que las redes sociales me pillaron ya en edad adulta, y no es que yo fuese especialmente atrevida ni polémica, pero la juventud es una promesa de poder cambiar cosas y hacerlas realidad, y hacemos mil locuras ya sea por ideas, por amor, ¡o por aburrimiento!
Y es que ya seas marca personal o empresa, siempre debes de tener muy en cuenta qué publicas y para qué, qué buscas con tus perfiles sociales. Igual habría que ir pensando en crear una asignatura ya desde el cole, que enseñase a los chicos temas digitales de privacidad, seguridad y gestión de dichos perfiles.
No hace mucho estuve con un grupo de estudiantes de primero y segundo de Bachillerato a los que les di una charla sobre estos temas: «cuidado con lo que publicáis porque las empresas que os vayan a contratar van a investigar vuestra huella digital, y si algo no les cuadra, estáis fuera». Pues no, ellos se resisten a creer que esto pasa.
Para ellos, si publican algo es como si fuese en un universo paralelo en el que sólo sus amigos lo leen y a nadie más le importa, y por qué las empresas o departamentos de recursos humanos los van a investigar… No lo ven. Se resisten. Es la juventud. Pero la realidad es que sí lo hacen, lo sabemos.
¿Sabéis que ya hay edificios en ciudades como Nueva York que te piden tus perfiles sociales para investigarte antes de dejarte vivir en ellos? Pues sí, está pasando…
¿Y si caemos en el mundo de aquel famoso episodio de BlackMirror en el que si no estamos por encima de 4,5 no somos nadie? ¿Y si ya estamos más o menos así en ciertos aspectos y ámbitos?
Pues sí, dejamos nuestras vidas, nuestras marcas, expuestas, y luego nos echamos las manos a la cabeza con cosas como las de Facebook… ¿Alguien puede decir que no estaba más o menos claro?
Nada es gratis, nada. Y ya lo dije por aquí mismo hace varios años ya, «la información es el petróleo del S. XXI«, es poder, es todo y más.
Hasta aquí mi reflexión de hoy. Si os apetece, compartid vuestras experiencias sobre «la teoría del nota», que seguro que conocéis o habéis vivido algunas ;o)
[Imágenes sacadas de la magnífica película El Gran Lebowski, aka «el nota»]
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Gracias por compartirlo me sirvió de mucha ayuda son los mejores
Jjojoo, me ha encantado el post; muy cierto si señor! Resulta que yo he vivido, no hace mucho, en carnes de uno de mis clientes, ciertos problemitas de reputación online. .. a veces es increíble ver lo que publica la gente en redes sociales, es evidente de que no son del todo conscientes de la repercusion que esto puede llegar a tener en su futuro.